Racionalidad

Medios, fines y criterios de justicia

¿Cualquier fin social es válido? ¿Podemos construir el paraíso en la tierra? Primero, para poder establecer si un determinado modelo de sociedad ideal es válido, hay que considerar si es posible. Para saber si es posible, hay que conocer, de la forma más rigurosa posible, tanto la realidad como la naturaleza, así como la naturaleza humana tanto en su dimensión individual como social. También hay comprender el estado de la cultura y la materialidad del momento. Sólo a partir de esta comprensión podemos fijar metas sociales y erigir modelos hacia los cuales sea posible ir.

Pero además, hay que considerar que la realidad es multidimensional y que hacen falta gran diversidad de perspectivas para comprenderla. Cada perspectiva nos podrá mostrar algún problema o todo un conjunto de tipos de problemas, y también una determinada objetividad asociada a ese punto de vista. Una perspectiva, así, nos puede ayudar a alzar un modelo de justicia, pero si centramos la justicia sólo desde esa perspectiva, pueden darse disfunciones con otros factores que no hemos tenido en cuenta asociados a otras dimensiones y esferas de la vida. Por lo tanto, es necesario poner en común los diferentes modelos de justicia erigidos por las diferentes perspectivas para poder crear un sistema de justicia que tenga en cuenta todos los pros y contras de cada modelo con el fin de establecer un criterio razonable e equilibrado.

Al final, sin embargo, como tanto la realidad como sus dimensiones se caracterizan por su condición objetiva, sólo la racionalidad y la verdad racional pueden erigirse en directores fundamentales de cualquier criterio de justicia, particular o universal.

Defender la razón y la ciencia

La razón y la ciencia están siendo atacadas desde diversos ámbitos de la cultura y la política. Debe ser defendida con fervor. Han sido aquello que han hecho avanzar a la humanidad hacia sus mayores cotas de progreso y nos han explicado los mayores misterios del mundo. Muchas veces, sin embargo, sus conclusiones y la realidad que nos muestran no es del agrado de todos. Principalmente, porque a veces ponen evidencia la inverosimilitud de muchas creencias y se convierten en un riesgo para determinadas formas de vivir y determinados proyectos políticos. A final, estos grupos de presión hacen todo lo posible para evitar que se publiquen estos descubrimientos, pretenden prohibirlos porque se sienten ofendidos, o los pretenden condicionar para que extraigan conclusiones predeterminadas a la medida de sus valores. La cultura racional y científica está siendo sometida a una gran presión y es preciso denunciar esta situación

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